Nunca hay escasez de serpientes o escaleras en la vida. En este clásico juego de mesa gana la persona que se las arregla para llegar a la última casilla, donde se queda mientras todos los demás ganan penosamente posiciones o las pierden. Algunas veces da la impresión de que hemos tirado los dados de la vida y que estamos obligados a responder a lo que salga, tanto si es útil como si no. Hoy no puedes convertir una serpiente en una escalera pero, bajo la influencia del eclipse de Sol, verás que en vez de caer estás subiendo.