Cuanto más deprisa te muevas, antes llegarás a tu destino. Suena sencillo, ¿verdad? Bueno, pues desgraciadamente no siempre es así Depende de en qué dirección te estés moviendo. Hoy existe el peligro de que dediques tu tiempo a perseguir una causa innecesaria. O de defender un argumento que no necesita ser defendido. No te dejes llevar por tu sensación de urgencia. Justo cuando sientas la necesidad de acelerar es cuando, en lugar de eso, lo que tienes que hacer es levantar el pie del acelerador.