La gente buena y amable no siempre alcanza el “éxito”. Para poder salir adelante, aprendemos a pulir los aspectos hoscos de nuestra personalidad. Si queremos hacer realidad nuestros sueños, tenemos que estar, como mínimo, dispuestos a arriesgarnos a ser impopulares de vez en cuando. ¿Significa eso que sólo la gente desagradable llega a la cima? Pues claro que no. Por suerte, este fin de semana no tienes que hacer nada desagradable para alcanzar una meta largo tiempo acariciada. Sólo necesitas ser práctica… y amable.