No es una sorpresa que te sientas algo reacia a aceptar otra situación complicada. En las circunstancias en que te encuentras, es aconsejable que vayas con cuidado. Está bien que no quieras ponerlo todo patas arriba, cuando estás segura de que todo va perfectamente. Pero si sólo una cosa está mal… bueno no hace falta que te cuente lo que pasa con las manzanas podridas. ¡Tarde o temprano acabas viéndotelas con un montón de sidra! Hay que hacer algo. No pierdas el tiempo dejándolo para más tarde.
