La gente dice que, si planteas una pregunta tonta, tendrás una respuesta tonta. Si eso es cierto, ¿podemos decir que, si haces una pregunta enfadada, recibirás una reacción airada? ¿Dará una pregunta reflexiva una respuesta sensata? No es tan sencillo. Ese es el motivo de que haya gente, como los abogados, que estudia el arte de hacer preguntas. Estás buscando información que te sitúe en una posición desde la que seas capaz de tomar una decisión mejor. La manera en que pidas esa información cambiará muchísimo las cosa.