Si cuando aprendiste a montar en bicicleta alguien te hubiera explicado amablemente cómo funciona exactamente la física, ¿no habría sido más fácil para ti? Un dibujo detallado de las fuerzas que te permiten mantener la verticalidad habría sido útil, ¿no? ¡Tienes razón! Algunas cosas son mucho más sencillas en la práctica de lo que es explicarlas. A veces es más fácil saltar primero de cabeza e ir descubriéndolo todo según se va avanzando. Este fin de semana, lo que parece una tarea imponente resultará ser sorprendentemente sencilla.