Por razones difíciles de comprender, le damos más valor a la lógica y a la inteligencia que a la intuición. Si presentimos algo en una persona o una cosa, en la mayoría de los casos lo dejamos pasar. Sin embargo, cuando tenemos una idea, nos la tomamos en serio. Aunque hoy te sientas segura acerca de tus motivos para hacer algo, no olvides prestar atención a tu corazón. Tus sentimientos merecen que se les escuche y respete. Algo que consideras importante está desviando tu atención del verdadero problema.