“La responsabilidad es mía”. Este es el cartel que el presidente Truman tenía en su despacho. Hace que nos preguntemos si era algo creía o si veía lo irónico de la frase. Ni siquiera la persona que ha sido presentada como la más poderosa del planeta tiene la máxima autoridad en todo. Tampoco se la puede hacer responsable de todas y cada una de las decisiones que se tomen. Hoy agradece que la responsabilidad no sea tuya. A medida que vayas olvidándote de la sensación de responsabilidad, te sentirás libre para disfrutar del día.