La gente que sabe de los ángeles de la guarda dice que nuestros ayudantes celestiales son espíritus libres que nos vigilan por decisión propia en lugar de por obligación. Se niegan a obedecer órdenes, odian la prepotencia y su actitud es suficientemente abierta como para hacer frente a los malos tragos que les hacemos pasar. Aunque no pueden comunicarse con nosotros por medio del habla, a veces dejan caer alguna que otra indirecta para ayudarnos en nuestro camino. Bajo este poderoso y positivo clima cósmico haz caso a tu corazón. Está actuando aconsejado por el cielo.