Dicen que cuando los problemas vienen, llaman a nuestra puerta. Pero ¿a qué puerta llegan? Bueno, es la misma a la que llama la oportunidad. Entonces, ¿cómo puedes saber cuál de los dos está intentando entrar en tu vida? ¿Utiliza uno de ellos el timbre? ¿O da golpecitos en la puerta con determinado ritmo? Es imposible saber cuál es hasta que abres la puerta y ves lo que hay al otro lado. El desafío surge cuando es difícil distinguirlos. Hoy, antes de invitar algo a tu vida, pregunta todo lo que quieras saber sobre ello.
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