Me gustaría recordarte algunos de los hábitos que has conseguido dejar, algunos de los miedos que has vencido y algunos de los cambios que has promovido. Muchas de estas cosas parecieron difíciles en su día. Siempre hubo un momento en el que te sentiste abrumada por la tarea que te esperaba y tuviste que cavar hondo para encontrar el valor necesario para poder seguir adelante. Después de éste, habría llegado otro momento en el que “supiste” que tenías la capacidad de conseguirlo. Ésa es la clase de experiencia hacia la que te estás dirigiendo.