Incluso las veneradas figuras de autoridad, tales como los doctos profesores y los jueces de los tribunales superiores, hace tiempo fueron niños pequeños. Tenían rabietas. Se peleaban por los juguetes. El mundo sería un lugar muy diferente si todos nos acordásemos de que, hace mucho tiempo, fuimos niños. En un lugar, en lo más recóndito de tu ser, todavía vive tu niño interior y tiene una percepción diferente de lo que está sucediendo ahora. A los niños les resulta más fácil dejar de lado las dificultades que a nosotros Cierta situación delicada es más fácil de resolver de lo que crees.