Hay razones por las que no hacemos determinadas cosas. Muchas veces se basan en la lógica sensata. Tal vez hayamos prometido algo, a nosotros mismos o a los demás. O hayamos tomado decisiones que se basan en nuestra experiencia. Pero algunas veces nuestras razones son tontas. Basamos nuestras excusas en errores de cálculo. Nos las arreglamos para convencernos de que estamos defendiendo algo en lo que creemos cuando, en realidad, estamos mirando los toros desde la barrera y conspirando con nuestros miedos. Cuando la luna azul astrológica te brinde una oportunidad, no tengas miedo de aceptarla.