El dodo era un ave que no volaba. Estaba cubierto de plumas, pero sus alas no se habían desarrollado para volar. Es posible que, como las gallinas, estuviera destinado a escarbar y hurgar en busca de comida… y ser presa fácil para humanos hambrientos. Es extraño encontrar a gente (o criaturas) que busquen ir más allá de sus limitaciones. Nuestras expectativas acerca de lo que podemos hacer se ven influidas por la historia, la cultura y las creencias de la sociedad en que vivimos. Hoy mira más allá de tu rol habitual. Si apuntas más alto, ¡puedes volar!