Imagínate la situación: traen una nueva placa para cocinar pero, hasta que el fontanero no haya cambiado de sitio el fregadero, no hay espacio para instalarla. Pero el fregadero no se puede instalar hasta que el carpintero haya desmontado unos de los módulos. Lo que pasa es que no puedes pagar para que te hagan el trabajo hasta que no hayas vendido la cocina vieja. Simplemente intento describir el tortuoso bucle en el que te verás atrapada esta semana. Es como si nada fuera según lo planeado. Sin embargo, está teniendo lugar un sutil cambio. Al final encontrarás la manera de hacer que tus ideas funcionen.