Aunque la apasionada inmediatez de una revolución pueda parecer atractiva, es preferible el curso gradual de la evolución. Los procesos lentos tienen tiempo para hacerse más fuertes y estables a medida que van creciendo. Por supuesto que esto es siempre compensado por el legítimo deseo de llevar un cambio extremo e inmediato a una situación lamentable. No dejes que tus emociones te deslumbren tanto que acabes estando dispuesta a aceptar una propuesta inadecuada. A pesar de que estás sometida a cierta presión, tienes más tiempo del que crees.