No siempre es tan fácil como pensamos distinguir entre lo que es malo y lo que es bueno para nosotros. Tampoco es sencillo ver la diferencia que hay entre una recompensa y un castigo. Es más complicado que poder medir la cantidad de placer que traen consigo. No estás segura acerca de una situación porque parece que se te ha obligado a llevar una carga grande e incómoda. ¿Has hecho algo mal? ¡No! ¡Has hecho algo bien! La recompensa por tu compromiso está en camino.