Está claro que algunas veces las cosas nos van bien. Nos despertamos con un entusiasmo que nos lleva a lo largo del día hasta que nuestra cabeza cae en la almohada. La vida transcurre placenteramente. Por supuesto que hay otras ocasiones en las que la facilidad y el flujo parecen tan difíciles de encontrar como una aguja en un pajar. Nos parece estar atrapados en un bucle de cada vez más presión. Y luego hay momentos en los que todo es exactamente tal y como se supone que debe ser. Este fin de semana, bajo la Luna Nueva, verás que algo que parece estar mal en realidad está bien.