Desde la ropa, las mascotas, el diseño de interiores e incluso la comida, la moda lo ocupa todo. Yo, personalmente, ya no sé si el sushi, la shakshuka o el souvlaki ¡están a la orden del día! Y lo más importante es que las opiniones y creencias han alcanzado una naturaleza igualmente transitoria. Sin embargo, por suerte esas cosas saben cómo resolverse solas. El consumismo se mueve con los tiempos pero las perspectivas genuinas y sinceras nunca pasan de moda. Hoy la pregunta del millón es: ¿qué es real y qué es sólo un capricho?