Hay veces en las que el cosmos da, y otras en las que el cosmos quita. Pero no siempre está claro cuál es nuestro trabajo durante todo este proceso de dar y recibir. ¿Qué se supone que debemos hacer? ¿Quedarnos sentados preocupándonos por lo que podríamos estar a punto de tener que abandonar? ¿O preguntándonos qué tenemos la desfachatez de esperar recibir? ¿No nos daría más poder si nos viésemos como una parte esencial del miso cosmos, con capacidad para elegir entre dar o recibir? Lo cierto es que hoy, cuanto más des, más recibirás.