No hace tanto tiempo, era perfectamente aceptable pasarse la noche bebiendo en una fiesta y luego volver a casa conduciendo. El alcohol era considerado un relajante social en vez de un problema. Se necesitó una potente campaña de seguridad pública (por no hablar de importantes sentencias de cárcel) para concienciar a la gente de los peligros de su actitud despreocupada. Afortunadamente hoy en día no hay confusión al respecto. De hecho, es inconcebible imaginar un tiempo en el que las cosas fueron diferentes. Una comprensión igual de emocionante fundamental se dirige hacia ti.