Pocos de nosotros estamos dotados de recuerdos fotográficos. Nuestra capacidad de recordar está distorsionada por nuestro apego emocional al pasado. Podemos sentirnos tan inseguros acerca de nuestras acciones que buscamos involuntariamente la manera de culpar a alguien por ellas. Tampoco los recuerdos positivos están exentos de distorsiones: el amor, la felicidad y la alegría los difuminan, suavizando las partes afiladas e impregnándolas de un resplandor rosado. Para poder tomar este fin de semana una decisión bien fundada, tienes que mirar al pasado objetivamente