Cuando esperamos que las cosas salgan de determinada manera, luchamos para hacer frente a la posibilidad de que salgan de otra forma. Cuando el cambio es positivo, nos resulta más fácil adaptarnos a las repercusiones. Pero cuando no lo es, es fácil que nos sintamos descontentos. Ni siquiera a la gente más flexible le gustan las sorpresas “inoportunas”. Para protegerte de sentirte desencantada, estás abordando un asunto desde un punto de vista inusualmente pesimista. Conforme Venus y Neptuno se unen verás por qué esto es innecesario.