¿Estás haciendo lo que se supone que debes hacer? Antes de que respondas, ¿cómo se supone que sabes lo que es eso? No hay nadie vigilándote desde las alturas, juzgando tus decisiones, dándote méritos por buenas acciones y bajándote la nota por resultados poco satisfactorios. Tú eres tu propio juez. Para poder evaluar lo acertado de tus actuales decisiones, la mejor manera de sopesarlas es en términos de tu comprensión de la bondad de corazón. Si este fin de semana ayudas a alguien, estás haciendo lo correcto.