Sabes qué hacer para salirte con la tuya. El problema es saber si la tuya es o no la mejor manera. Cuando hacemos todo lo posible para satisfacer nuestras ambiciones, nos arriesgamos a impedir que otra persona cumpla las suyas. En este materialista mundo nuestro, orientado a la consecución de objetivos, no es fácil recordar que la gente es mucho más importante que el dinero y las cosas. El arte de ser capaz de comprometerse es un don. Hoy tienes la capacidad de crear cierta sensación de afecto donde fácilmente podría haber resentimiento.