¿Echamos un vistazo a la lista cada vez mayor de cosas que tienes miedo de hacer y que te sientes incapaz de terminar? ¿O preferirías centrarte en la miríada de esperanzas, sueños y posibilidades que tienes a tu disposición? Parece una respuesta fácil. Pero algunas veces tenemos que examinar problemas más complicados que no desaparecen cuando escondemos la cabeza bajo el ala. Se quedan por ahí, volviéndose cada vez más frustrantes y permanentes. Puedes quedarte pensando en los impedimentos o puedes aprovechar al máximo lo que es bueno.