¿Qué tengo en la mano izquierda? No, por supuesto que realmente no puedes saber qué es. Pero ¡haz la prueba! Entonces, ¿te gustaría que te lo cambie por lo que tienes tú? Deja que me explique: ni tú ni yo tenemos la más mínima idea de lo que tiene el otro. ¡Ni siquiera mis poderes de premonición llegan tan lejos! Por lo que sé, podrías no tener nada en absoluto. Cuando hay mucho en juego, por supuesto que es mejor evitar esta clase de jugadas arriesgadas. ¿Cuánto te estás jugando hoy? Antes de que hagas un esfuerzo, ten en cuenta lo que puedes perder.