En Facebook no hay un botón de “no me gusta”. Tampoco le puedes decir a la gente lo mucho que te molestan cuando te envían “solicitudes poco amistosas”. La plataforma no ha sido diseñada para facilitar la discordia. Los mensajes en ella son en su mayoría cariñosos, comprensivos y agradecidos. Incluso en el mundo real, muchos de nosotros preferimos evitar a toda costa los conflictos. Aunque tengas una firme opinión acerca de un tema molesto, cierra la boca por ahora. Quizás descubras que ser cortés produce más éxito del que jamás tendrá el desacuerdo.