Cuando no tenemos poder, no podemos tener la culpa de nada. A menos que, por supuesto, tengamos la potestad de decidir si tenemos o no ¡alguna clase de poder! Hay momentos en los que parece reconfortante ponerse en el lugar de la víctima. Esto nos permite contemplar una situación que no nos gusta y pensar que no tenemos el poder necesario para cambiarla. O pensar que nos costaría demasiado trabajo cambiar las cosas. Sin embargo, en el transcurso de los próximos días, con el poder que te da la energía creativa del Sol, tienes autoridad para originar un cambio positivo. ¡Utilízala!