¿Es posible revertir una decisión, una vez que se ha tomado? Pues claro. Es raro que demos un paso del que no podamos volvernos atrás o que dejemos una marca que no sea posible borrar. Pero tampoco deberíamos tachar automáticamente de “errónea” una situación sólo porque, después de haber reflexionado, podamos apreciar que hay más de una manera de examinarla. Ten confianza en lo que has empezado. Dedícate a perseguirlo. Si hay una razón real para que te pares a reconsiderarlo, saltará a la vista de una manera inconfundible.