Tendemos a pensar que las estrellas de cine y televisión, las leyendas del deporte y los empresarios es gente que personifica la confianza en sí misma. Nos cuesta trabajo imaginar que esa gente sufra alguna vez de baja autoestima. Por supuesto que son (como todos los seres humanos) sensibles a las críticas. Les preocupa ser sólo tan buenos como su último éxito de taquilla o su último triunfo en las finanzas. Lo cierto es que todo el mundo tiene derecho a cometer errores de juicio. No estás ni remotamente cerca de entender algo tan mal como crees.