Algunas cosas nos afectan. Sacudimos aturdidos la cabeza y hacemos todo lo posible por no perder la calma y seguir adelante. Intentamos evitar, tanto física como psicológicamente, la repetición de este tipo de situaciones. Pero no tenemos un mecanismo interno que reserve este proceso para las cosas “malas”, al tiempo que nos permite manejar las buenas. Eso quiere decir que algunas veces las oportunidades emocionantes e increíbles nos parecen terribles y abrumadoras. Hoy tómate tu tiempo para digerir completamente una nueva situación. Podrías llegar a una conclusión completamente diferente.