Podemos bebernos la mejor botella de vino. Podemos comer manjares deliciosos. Podemos perder felizmente el tiempo entre amigos de toda la vida. Pero nunca nos sentiremos verdaderamente satisfechos física o psicológicamente si, a pesar de lo “perfecta” que sea la situación, tenemos un conflicto en el corazón. Al parecer, lo inminente de una decisión te sigue como si fuera una nube, arrojando dudas en cada situación con que te encuentras. Entonces, ¿por qué prolongar esta situación? Este fin de semana es el momento de tomar una decisión. Haz caso a tu instinto y ten fe.