Me pregunto si podrías prestarme un poco de dinero. Te lo devolvería con intereses, claro. Si estuvieras dispuesta a prestármelo, yo podría permitirme prestarte dinero a cambio. Pero yo cobro intereses más elevados que los tuyos. Si eso no te parece justo, ¿por qué no me lo prestas inmediatamente después y subes un poco tus intereses? ¡Lo íbamos a pasar tan bien! En realidad, nos meteríamos en un buen lío. Somos capaces de complicar todo tipo de transacciones y no sólo las relacionadas con el dinero. Hoy piensa en a quién crees que le debes algo.