Lo que diferencia una discusión de un debate no siempre es el tema a tratar. Es el estilo lo que marca la diferencia. Puede que se digan las mismas palabras, pero son el tono de voz y la forma de decirlas lo que cambia la naturaleza de la conversación. De la misma manera, una historia de conflicto o dificultad en el pasado añade peso y hace que para la gente sea difícil escuchar lo que realmente se está diciendo; incluso cuando las palabras pueden ofrecer la perspectiva de reconciliación y sanación. El stellium trae esperanza. Esta semana mantén una mentalidad abierta.