Para los expertos en yoga, las “posturas invertidas” son extremadamente valiosas. Al parecer, sostenerse sobre la cabeza es una forma de cuidar de uno mismo. Quizás deberías aplicar este principio de una manera más amplia a tu vida diaria. ¿Y si te planteas un problema desde un nuevo punto de vista? ¿Darle la vuelta? ¿Ponerlo patas arriba? ¿Qué pasaría si te pusieras en el lugar de otra persona o que reconocieses el valor de un plan, aunque a nivel personal no sea de tu agrado? Hay una lección positiva en ver la vida de manera diferente.