Si se deben observar las reglas y obedecer las leyes, entonces éstas también deben incluir las que se refieren a las “excepciones”. Aunque tengas la sensación de que te han arrinconado y que estás entre la espada y la pared, esto sólo se debe a que necesitas explorar tus opciones. Podrías pensar que no te queda otra alternativa que la de permanecer donde estás, pero no tienes por qué aceptar las imposiciones de nadie. Cuestiónalas. Desafíalas. Puedes idear sin problemas la afirmación totalmente razonable de que estás exenta de observar la norma.