¿Qué tiene de malo dar la razón? El acto de aceptar y respetar los puntos de vista de los demás es indudablemente un acto de generosidad, ¿no? Sin embargo la sociedad nos presiona para que defendamos nuestros derechos y opongamos resistencia de modo que muchas veces acabamos sintiéndonos peligrosamente marginados y solos. Todos estamos compuestos de desconcertantes contradicciones. Una parte de nosotros es razonable mientras que otra se siente obligada a mantenerse firme. Bajo la oscuridad de la Luna, pon primero el lado más amable de ti.