La precaución y la moderación son unas herramientas valiosas que puedes tener en tu repertorio. Los sabios dicen que se suele acabar lamentando una decisión que se tomó precipitadamente. Sin embargo, aunque comprendemos su lógica, tendemos a utilizarla para justificar perder el tiempo, dar largas y utilizar tácticas dilatorias. Hoy la pregunta es: ¿qué hay que hacer AHORA? ¿Dónde podría un retraso inútil dar lugar a un caos que podría haberse evitado? Eso no quiere decir correr por correr. Si la presión es alta, todavía puedes elegir tomarte tu tiempo.