Nos dicen que tengamos cuidado con lo que deseamos, porque podríamos conseguirlo. Pero, ¿por qué iba a ser eso un problema? Bueno, como sabemos por los antiguos cuentos de hadas, a veces no formulamos los deseos más inteligentes. Deseamos lo que nos gustaría tener en lugar de lo que realmente nos hace falta. O centramos nuestra intención en un capricho pasajero y, antes de que digamos “abracadabra”, nuestro deseo se ha hecho realidad. Tener al Sol y Venus en tu signo no es garantía de que tus deseos se vayan a cumplir, pero… algunos sí.
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