La gente que dice “ver para creer” está equivocada. Me gustaría sugerir “no ver” ¡para creer! Cuando “sabemos” algo, en realidad no necesitamos verlo con nuestros propios ojos para creer en ello. No tiene sentido que hoy pierdas tu valioso tiempo preocupándote de lo que está motivando a la gente que sólo quiere lo mejor para ti. Tampoco poner en duda tus decisiones pasadas va a servir de ayuda. Ahora estás en el lugar correcto. Si crees que una situación está a punto de mejorar, verás que lo hace.