Todos podemos sonreír a los demás y ser amables con ellos cuando nos sentimos satisfechos. El reto surge cuando tenemos estrés o estamos nerviosos. O cuando estamos atrapados en el arrepentimiento o la tristeza Es entonces cuando se vuelve difícil pensar con claridad, no digamos ser agradables. Sin embargo es en estos momentos cuando más necesitamos salir adelante sin ayuda de nadie y sobreponernos al deseo de desaparecer en un pozo de desesperación. Sospechas que no tienes capacidad para cambiar una situación… hay algo que sí puedes hacer.