He estado pensando en los tipos de personas que disfrutan con los conflictos, el caos y la confusión. Hay algunas que extraen una especie de alegría extraña y malsana de la sensación de desilusión, frustración y fracaso que estos engendran. Es como una adicción. Con el tiempo se quedan atascadas en un círculo de negatividad. Esa es una clase de personas. La otra la forman aquellas para las que los problemas son como rompecabezas: hay que solucionarlos y que disfrutar con ellos. Recuerda, no es necesario que exageres el problema que tienes actualmente.