Sólo porque una situación no haya ido según lo planeado no significa que no tengas opciones. Puedes montar una escena, o encontrar la manera de hacer que funcione. Tienes más poder del que te das cuenta, pero nunca serás capaz de controlar ese poder si no crees, primero en ti misma, luego en la situación en que te encuentras y, por último, en la gente con quién estás tratando. No quiere decir que sea fácil. Sin embargo, está en tu mano poder darle la vuelta a una situación complicada. La pregunta es si vale o no la pena hacerlo.