Aunque no estés segura de lo que quieres, tienes claro lo que necesitas. Mientras Venus, tu regente, se vincula a Saturno, llegarás a una posición de mayor certeza. Esto es una invitación cósmica – bueno, mejor dicho, una petición celestial. Si eres capaz de confiar en que estás donde estás por designio (y no por casualidad) y aceptas de buen grado y con entusiasmo lo que se te está ofreciendo, tendrás mucho más claro lo que quieres. Entonces, podrás ir a por ello.