Algunas personas espirituales hacen voto de silencio. Creen que la comunión no verbal los acerca a lo divino. Sin embargo, seguro que los aspectos prácticos de esto son, como mínimo, muy poco prácticos. ¿Qué pasa si necesitan pedirle un favor a alguien? ¿Y si hubiera alguna clase de urgencia y quisieran alertar a todo el mundo? Por otro lado, tal vez nos equivoquemos y las palabras estén sobrevaloradas. Al cabo del día hemos oído miles de ellas pero ¿cuántas veces prestamos realmente atención a lo que están diciendo los demás?