Si estás frustrada, no lo estés. Si estás inquieta, deja de estarlo. Por legítimas que puedan ser tus respuestas emocionales, no ganas nada dándoles mil vueltas. Algo te está molestando y está poniendo en peligro tu habilidad para darle completamente la vuelta a una situación. Así que no tengas ideas preconcebidas y sé práctica e ingeniosa. Da los pasos que necesites dar con calma y cuidado Si no pierdes la concentración, podrás sacar de la ecuación la intensidad de tus emociones… y la solución se hará evidente.