El escritor Baltasar Gracián dijo: “La fortuna a veces te paga por la intensidad de sus favores con la brevedad de su duración. Enseguida se cansa de llevar a alguien sobre sus hombros”. Pero Venus, el planeta de la buena suerte, tiene las espaldas anchas. Nunca nos deja porque ya esté harto de soportar nuestro peso. La mayoría de las veces somos nosotros los que perdemos la confianza en nuestra capacidad para manejar el destino al que estamos siendo conducidos. Así que ponemos fin al viaje. En estos momentos estás siendo muy querida.