Los vendedores, magos y psicólogos tienen puntos de vista parecidos sobre la mente humana: somos muy susceptibles al poder de la persuasión. Somos capaces de convencernos de cualquier cosa, si es lo que realmente queremos. Y si alguien nos presenta una opinión que respalde nuestras ideas, la tenemos en cuenta sin llegar a ponerla realmente en duda. Y es precisamente por eso por lo que estamos abiertos al engaño – tanto de los demás como de nosotros mismos. Las gafas de color rosa que llevas puestas están perdiendo su color. Da la bienvenida a la realidad con los brazos abiertos.