Las llamadas telefónicas para vendernos algo son muy frustrantes. Hay días en los que cada vez que contestamos el teléfono parece que hay alguien diciendo que vamos a recibir cierta indemnización por un accidente. O peor aún, que hay un problema urgente con nuestra conexión a internet. Se está haciendo cada vez más difícil saber en quién confiar. Sin embargo, aunque es de vital importancia estar alerta por si se trata de una estafa, tenemos que resistirnos a la idea de estar a la defensiva en el resto de nuestra vida. Hoy no rechaces una oferta que a la larga será beneficiosa.